Un material muy comúnmente utilizado en la industria son las cajas de cartón corrugado, las cuales tienen la función de cargar el producto durante la estiba del mismo, es de esta forma que el ECT (Edge Crush Test) y el BCT (Box Compression Test) han cobrado importancia como datos relevantes en las especificaciones técnicas de estos materiales, sin embargo estos valores del material pueden presentar grandes variaciones debidas a la humedad contenida en los papeles que constituyen el cartón corrugado.
Como sabemos la ECT se define como la resistencia mecánica a la compresión de una pequeña probeta del cartón corrugado, generalmente de 2 × 2 pulgadas, mientras que el BCT es la resistencia a la carga vertical o la estiba de toda la caja ya armada, estas resistencias se logran por el fabricante del cartón a partir de varios elementos, entre ellos: el gramaje de los papeles involucrados, la estructura de los mismos, en caso de ser un cartón de pared sencilla o doble pared, el tipo de fibra, el nivel de reciclado, y muy importante el nivel de humedad contenida.
El Instituto Mexicano de Profesionales de Envase y Embalaje, IMPEE, cuenta con un laboratorio de pruebas para casi todo tipo de materiales de envase, dando servicio a muy diversas compañías de México y de otras partes del mundo, y en sus inicios nos resultaba curiosa la coincidencia de que en temporada de lluvia la cantidad de análisis que realizamos a cajas de cartón corrugado se incrementaba significativamente, al paso del tiempo pudimos observar que justamente los usuarios de estas cajas, en tiempo de lluvias tenían más problemas con ellas, por lo que requerían conocer la resistencia real de las cajas que adquirían, dada esta nos propusimos hacer un análisis de las pruebas que habíamos realizado en los últimos años encontrando que la humedad era un factor fundamental en el comportamiento de estas cajas.
Generalmente cuando se elabora una especificación técnica para una caja de cartón corrugado se incluyen datos como: dimensiones, tipo de flauta, estructura, la resistencia ECT, el BCT, en algunos casos todavía la resistencia a la explosión o Mullen, y para casos donde las cajas son armadas automáticamente en la línea de producción se solicita el dato de rigidez, principalmente en las líneas de doblez, sin embargo en un 99% de los casos, no se especifica nada sobre el tema de humedad.
Existen dos metodologías para evaluar la humedad en un corrugado:
CONSULTE LOS CATÁLOGOS DE PROVEEDORES DESTACADOS DE:
• EQUIPOS AUXILIARES PARA PROCESOS DE CONVERSIÓN E IMPRESIÓN
• MATERIAS PRIMAS Y SUMINISTROS PARA LA FABRICACIÓN DE ENVASES
1. Porcentaje de humedad
Esta prueba sencillamente nos indica el porcentaje de humedad que contiene el cartón, y esto puede evaluarse a partir de un higrómetro, el cual cuenta con dos puntas con las cuales evalúa el porcentaje de humedad que existe en esa porción del cartón medido, esta determinación es muy sencilla y rápida, ya que basta colocar el aparato sobre el cartón analizado y así obtener el porcentaje de humedad.
Existe otra metodología para determinar el porcentaje de humedad, que se realiza a partir de una termobalanza. La metodología consiste en colocar una pequeña sección de cartón corrugado en la termobalanza, la cual calentará el material hasta evaporar completamente la humedad contenida en el mismo, este equipo determina el peso inicial y final del material, pudiendo calcular el porcentaje de humedad que contenía este material.
Este método resulta más lento y de mayor precisión que el higrómetro, sin embargo también habrá que considerar que para algunos casos el higrómetro resulta un excelente alternativa, sobre todo cuando se requiere analizar cajas que se encuentran en un determinado almacén lejos de nuestro laboratorio. En estos casos el higrómetro puede llevarse fácilmente dado su tamaño y utilizarse en cualquier lugar, no así la termo balanza que requiere de condiciones especiales para su uso. De la forma que sea esta determinación nos indica específicamente el porcentaje de humedad que tiene el material que estamos analizando, en ese justo momento, por supuesto sin conocer el antecedente respecto a las condiciones en que fue almacenado, el tiempo, etcétera.